Escoger un libro infantil para nuestros hijos o hijas no siempre es una tarea fácil. Mucho menos si ese libro que escogemos es para regalar al hijo de unos amigos o familiares. La oferta en cualquier librería que se precie es tremenda, los reclamos marketinianos muchos y la capacidad de perderse entre tanto título altísima.
Por eso desde Andana hemos querido compartir nuestra experiencia de más de 11 años en el mundo editorial (y también la de padres), para ofreceros esta guía con claves y consejos que podéis seguir a la hora de elegir un cuento infantil.
Esperamos que con estas recomendaciones cada libro que entre en vuestra casa se convierta en un éxito familiar y en una experiencia compartida única para vuestros hijos. Y también para vosotros.
Dime qué edad tiene tu hijo y…
La edad nunca debería ser una barrera para elegir uno u otro título, pero sí nos puede servir de orientación para seleccionar un libro para nuestros hijos.
Por ejemplo, desde que empiezan a gatear (alrededor de los 6 meses) hasta el año de vida aproximadamente, los niños se suelen sentir muy atraídos por los libros-juguete, esos libros de plástico o peluche con múltiples texturas, colores y sonidos.
¿Para qué comprar una manta de actividades si podemos forrar el suelo con libros?
A partir del año y hasta los 2 años los peques suelen entrar en una fase devora libros. Bueno, en realidad una fase devora todo lo que esté a su alcance y no deberían devorar. Por eso en esta etapa son interesantes los libros de cartoné (por su resistencia) y también aquellos en los que la imagen prima sobre la palabra e incitan a ser cantados.
Ya desde los 3 y hasta los casi los 5 años, los álbumes ilustrados son una herramienta perfecta y una garantía de éxito, ya que son libros en los que ante todo destaca la imagen, que tiene una importancia capital para que los pequeños sigan la historia.
En primera instancia, una garantía de éxito son los álbumes escritos en rima, ya que su musicalidad atrae con más facilidad la atención de niños y niñas. También aquellos en los que tienen gran presencia las onomatopeyas y sonidos conocidos, los que presentan una estructura repetitiva y acumulativa (a los niños pequeños les encantan estos libros -que a nosotros nos pueden llegar a saturar- porque buscan seguridad en esa repetición), así como aquellos que incitan a participar tocando las páginas o siguiendo las instrucciones que pueden leerse en ellas.
Conforme van creciendo, podemos ir apostando por álbumes ilustrados en los que, sin menoscabo de la imagen, el texto gana peso y también la complejidad de las historias; también por álbumes con un carácter más informativo y “enciclopédico”, así como por aquellos con los que se puedan sentir familiarizados con los protagonistas por vivir situaciones cotidianas (hora de la ducha, hora del sueño, rabietas, operación pañal, inicio de la etapa escolar…).
Desde los 6 años, e incluso desde antes si nuestros hijos e hijas han crecido entre libros, el cómic y las novelas breves ilustradas son una buena herramienta tanto para que ellos desarrollen la capacidad de leer como para compartir historias con más enjundia, ya que su capacidad de atención se ha desarrollado y son más capaces de aguantar la lectura de libros o capítulos más largos. En ese sentido, también ganan peso a estas edades los libros informativos, una tendencia creciente en el sector editorial por la capacidad y la sencillez que ofrecen para profundizar en temas que interesan a nuestros hijos e hijas o que creemos que les pueden interesar.
El punto fuerte de estos libros informativos es la capacidad de síntesis y la facilidad con que ayudan a ordenar las ideas y conceptos gracias al uso de la ilustración. En estos tiempos de sobreinformación que nos toca vivir, los libros informativos siguen siendo un maravilloso punto de partida para descubrir un tema que nos interese, como la alimentación, los bichos, los peces o la contaminación del planeta mediante el uso desaforado de plástico.
¿Y sabéis lo mejor? Que compartiendo estas lecturas los padres aprendemos tanto o más que nuestros hijos. ¿O acaso vosotros sabíais que los bichos son los animales terrestres más grandes de la Antártida?
Prioriza la calidad artística y literaria y el lado lúdico de la literatura infantil:
Muchas veces, cuando buscamos un libro, nos dejamos guiar simplemente por la idea de que nuestros hijos deben aprender algo de la lectura (a identificar las emociones, aprendizajes curriculares, una moraleja…). De vez en cuando está bien escapar de esa concepción de la lectura y dejarnos atrapar por la belleza de una historia, la calidad de unas ilustraciones y la diversión que encierra un álbum. Es más, en Andana Editorial es algo que tenemos muy en cuenta a la hora de publicar un libro: que encierre una historia. Parece una obviedad, pero no todos los libros tienen esa historia o la historia queda secuestrada por el mensaje.
¿Por qué es importante transmitir a los niños ese lado lúdico/bello de la lectura?
Porque amarán la lectura en el momento en que vean esta actividad como un entretenimiento con el que se aprende y no como una obligación para el aprendizaje. De la misma forma, es importante ir exponiéndolos a la belleza que pueden encerrar la ilustración, la escritura y las historias, ya que no hay que olvidar que la literatura es cultura. Y como estamos seguros que diría un reconocido escritor, el gran Manuel Vilas, la cultura es belleza y la belleza, alegría.
Para gustos, colores
Hasta ahora hemos hablado de tipos de libros, pero ahora falta ponerles temática. En ese sentido, podemos hacernos dos preguntas.
La primera sería la siguiente:
¿Qué queremos transmitir a nuestro hijo con el libro?
Quizás queremos profundizar en la educación emocional, o transmitirle a través de una fábula algún valor o emoción, o compartir con él la vida de un personaje histórico que nos marcó, o reforzar algún contenido que estén dando en el cole, o simplemente compartir un momento divertido en torno a un libro. La respuesta de cada cual a esa pregunta ya nos orientará mucho a la hora de elegir un título.
La cuestión que nos planteemos, sin embargo, también puede ser otra:
¿Qué intereses tiene mi hijo? ¿Qué libros le suelen gustar? ¿Qué le gusta hacer?
Igual es un amante del espacio, o un loco de los dinosaurios o un fan incondicional de una saga literaria, o un futbolista en ciernes. Conocer esta información también nos puede acercar mucho al éxito en nuestra elección.
Qué más tener en cuenta a la hora de elegir un libro…
Tenemos una edad, un tipo de libro acorde y unos objetivos nuestros o unos gustos de nuestros hijos, pero ahora nos falta elegir un título. ¿Qué nos puede ayudar a ello?
- Leer reseñas: en internet hay medios de comunicación que reseñan libros infantiles. También múltiples blogs escritos por padres y madres amantes de la literatura infantil que hacen lo propio. Incluso en redes sociales como Instagram hay una nutrida comunidad de “influencers” de la literatura infantil que comparten y comentan en sus cuentas los últimos libros que han adquirido/leído. Estos canales son una buena fuente de información a la hora de decidirse por un título.
- Autores de confianza: Hay autores que por sí solos son una garantía. Benji Davies, Oliver Jeffers, Tom Percival o Rob Biddulph son solo algunos ejemplos. Ver sus nombres en la portada de un libro ya es una garantía de calidad.
- Deja elegir a tus hijos e hijas: Es habitual que nuestros hijos e hijas nos acompañen a las librerías. Es más, está bien que así sea, para que se familiaricen y cojan cariño a ese maravilloso universo que representan las librerías. Eso sí, si nos acompañan, es fácil que ellos se sientan atraídos por algunos libros (generalmente de películas de éxito, series del momento y personajes de ficción sumamente reconocidos) de cuya calidad literaria nosotros, como padres y madres, renegaríamos. No pasa nada. No hay que rendirse a las primeras de cambio. En esos casos, puede ser bueno que les expliquemos por qué nosotros les proponemos otras alternativas. Pero si finalmente vemos que tienen clara su decisión, dejémosles elegir. Experimentar con diferentes libros es también una experiencia y, también, una buena forma de fomentar la lectura, de que ellos mismos vayan creando sus gustos y aprendiendo de los aciertos y errores en la elección.
