Aprender el abecedario: recursos y propuestas

Aprender el abecedario

Aprender el abecedario: recursos y propuestas

Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes a 2016, el analfabetismo afecta en España a 669.400 personas de más de 16 años. Es decir, que el 1,7% de la población no puede leer y escribir frases simples.

Y es que, pocas veces pensamos en lo importante que es para nuestro día a día la palabra escrita. Es fundamental para comunicarnos, para orientarnos en la calle, en una estación de metro y hasta para hacer la compra.

Vivimos rodeados de palabras.

Aprender el abecedario

Aprender el abecedario es el primer paso para que niños y niñas adquieran esa habilidad tan imprescindible; abecedario que situamos en el Egipto de 1850 a.C. y que después perfeccionarían los fenicios varios siglos después.

En el siguiente texto os contamos cómo apareció el alfabeto y por qué fue importante para la humanidad, cómo es el aprendizaje del alfabeto para los niños y con qué recursos contamos para que lo hagan disfrutando de este apasionante viaje que es la lectoescritura. ¿Nos acompañáis?

Saber de dónde venimos para entender el presente

El mundo contemporáneo sólo puede explicarse si hacemos un recorrido hacia atrás, sabiendo de donde venimos. Hoy nos escribimos todo el tiempo. Mandamos un correo electrónico, “whatsapeamos” con nuestra familia y amigos, tuiteamos, rellenamos las inscripciones del colegio de nuestros hijos e hijas, firmamos en la pantalla de ese cacharrito que trae el mensajero para que nos pueda entregar un paquete… La escritura tan cotidiana para la mayoría de nosotros como lo es comer o respirar.

Sabemos que el abecedario es esa puerta de entrada para que niños y niñas adquieran esa habilidad tan imprescindible para sus vidas como es leer y escribir. Lo que quizás desconocemos es su origen. Escribe Irene Vallejo en El infinito en un junco (Siruela) que la invención del alfabeto “derribó muros y abrió puertas para que muchas personas , y no sólo un cónclave de iniciados, pudieran acceder al pensamiento escrito”. Fueron los egipcios los que hacia 1850 a.C. seleccionaron los signos con los que podían representar todas las palabras de la lengua oral. El problema es que era que se necesitaba una buena memoria para retener tantos signos. Sólo las mentes privilegiadas podían escribir. Siglos después, aquel intento de alfabeto sería perfeccionado por los fenicios: consiguieron reducir en 1250 a.C. aquel sistema de representación de sonidos a 22 signos. Adiós al poder del escriba, ahora los comerciantes podían hacer uso de la escritura sin depender de la sabiduría de terceros. Gracias a los fenicios, y a la onda expansiva que se produjo de aquel primer alfabeto, hoy nuestros niños y niñas escriben con timidez esas primeras palabras: sus nombres, los de sus amigos y familiares… Pueden nombrar el mundo que les rodea y descifrar lo que ese mundo tienen que decirles.

La invención del alfabeto derribó muros

Irene Vallejo

Estrategias para enseñar el alfabeto a los niños

Interior del libro Érase una vez un alfabeto de Oliver Jeffers

El abecedario español está formado por 27 letras, que se dividen en cinco vocales y 22 consonantes. Cada una de ellas tienen un sonido propio. El aprendizaje del alfabeto para niños y niñas puede (y debe) ser una experiencia divertida, amena, excitante. ¿Qué destino mejor que saber aprender a leer y escribir? En las escuelas, los primeros acercamientos a las letras suelen darse a partir de los tres años, un momento en el que la mayoría de los niños han conquistado una parte interesante del lenguaje oral. Se utilizan canciones y juegos que ayudan a la identificación de letras con dibujos o personas. Os proponemos algunas estrategias para acompañar a los niños en el proceso de aprendizaje del abecedario:

1. Jugar con letras de madera o magnéticas.

Hoy es fácil encontrar en el mercado letras para niños elaboradas de diversos materiales con las que aprender el alfabeto de forma divertida; lo que les ayudará a, poco a poco, poder formar palabras y construir frases sencillas. Este tipo de letras son muy manipulables, y permiten una evolución gradual.

2. Leer con nuestros hijos e hijas.

Ya os hemos hablado alguna que otra vez de lo importante que es leer junto a nuestros niños y niñas por los innumerables beneficios de la lectura para ambos. También es muy interesante para que comiencen a identificar las letras a través de la observación.

3. Descifrar las letras de nuestros nombres.

Un recurso que suele utilizarse mucho para aprender las letras es el de destacar la primera letra del nombre del niño. Después, se van sumando las iniciales de los nombres de los amigos y familiares. Es muy bonito cuando los niños comienzan a identificar sus propios nombres escritos. Podemos escribirlas en un papel y pintarlos y decorarlos juntos.

3. Decorar con abecedarios.

Una idea muy divertida puede ser la de diseñar y pintar juntos las letras del alfabeto y distribuirlas por casa en el orden del alfabeto para que esté siempre presente. Desde Una pizca de educación nos proponen un abecedario imprimible que también podemos utilizar.

Érase una vez el alfabeto, de Oliver Jeffers

No podíamos hablar de abecedarios y no mencionar el libro de Oliver Jeffers: Èrase una vez el alfabeto. Un libro de gran formato que es una obra de arte que disfrutará toda la familia y que creemos que es una propuesta maravillosa para aprender el abecedario. Su autor nos ofrece en 112 páginas una historia diferente (muy breve) para cada letra. Microcuentos ingeniosos, curiosos y originales que se van entrelazando unos con otros para crear un universo donde todo es posible. Con humor y con unas bellísimas ilustraciones, como todo lo que nos regala uno de nuestros autores contemporáneos favoritos. 

Propuesta de actividades

Os proponemos algunas actividades que podéis realizar tras leer el libro para disfrutar al máximos este viaje a la imaginación:

  • Elige dos letras del alfabeto e imagina un nuevo cuento donde aparezcan los protagonistas de las dos historias correspondientes (¡OJO! ¡Algunos de los personajes salen en varios de los cuentos!).
  • Lee las historias que corresponden a las letras de tu nombre en orden y después cada miembro de la familia deberá contar un cuento diferente inspirándose en la primera letra de su nombre (¡También podéis dibujar a los personajes que aparezcan en estos cuentos!).
  • Elije tu cuento favorito del álbum e imagina cómo continua la historia. ¿Qué pasó después?
  • Investigad qué palabra formarían las letras que correspondan a las historias favoritas de todos los miembros de la familia.
  • ¡Continúa leyendo y descubriendo nuevas historias! ¡Leer es la mejor forma de potenciar tu imaginación y la de los más pequeños!